domingo, 27 de agosto de 2017



NUESTRA EXPERIENCIA APLICADA A LA REHABILITACIÓN DE LOS TRASTORNOS DE LA VOZ Y LA ARTICULACIÓN

TRATAMIENTOS CORTOS Y CONTROLADOS VS TRATAMIENTOS ETERNOS
Según nuestra experiencia en la clínica de la voz, tanto con patología como con disfonía funcional o solo cansancio vocal, creemos que el tratamiento debe de tener un comienzo y también un fin. Lo primero es sencillo y no suscita dudas, pero lo segundo no siempre está tan claro. Y por eso comprendo los temores de los pacientes, sobre todo de aquellos que ya vienen con un largo historial en el campo de la reeducación vocal. Y es que a diferencia de aquellas personas que acuden a la consulta por clases de canto o trabajo con la voz de una manera lúdica, los que nos visitan por una discapacidad vocal necesitan saber que el problema tendrá un fin. Un antes y un después. Que después de ellos asistir regularmente a sus sesiones verán un cambio de tendencia en su habilidad vocal. En una rehabilitacíon, como dice el Cantar de los Cantares, también hay un tiempo para cada cosa. Es de esperar que al comienzo los primeros signos de que el trabajo va bien es la disminución
del esfuerzo muscular al hablar. O que aunque no haya recuperado su voz previa a la lesión, empiece a estar algo menos ronca/áspera. Todos estos son signos objetivables y según nuestra experiencia deben de ser medidos.

¿Cómo se hace ésta medición?.
A las 10 sesiones de haber comenzado el tratamiento (es indistinto si han asistido periodicamente o 1 o 2 veces por semana) nosotros volvemos a valorar con los mismos instrumentos y el mismo material que utilizamos en la primera consulta. Ésto permite, en la gran mayoría de los casos, saber que el tratamiento está siendo efectivo. También compartir, discutir con el paciente los datos de las distintas muestras, cosa siempre bien recibida. Pero además es un hito en el tratamiento, el paciente siente que su esfurezo y tesón tienen una recompensa. Y sobre todo ve la luz al finaldel tunel, A partir de ahí podemos establecer dsitintos tipos de tratamientos. Pero lo que si es un hecho es que se cumplen estapas. Que trabajamos rigurosamente para no agotar a nadie,. Si al evaluar el resultado no es positivo, es una profunda llamada de atención que hay que oir. Si esto sucediera obligaría a replantearse el tratamiento e incluso solicitar una nueva opinión médica. Pero claro, si lo hacemos a las 10 sesiones no habremos perdido tanto tiempo, dinero y sobre todo esfuerzo.

¿Por qué diez sesiones?.
Después de trabajar y rehabilitar muchas voces, el número diez ha caído por su propio peso. Cinco o sieis sesiones se necesitan para desinflamar algo las cuerdas vocales y reestablecer el tono muscular de toda la musculattura adyecente que se ha alterado para compensar el déficit vocal. Las restantes, se utilizan para asentar los cambios de conducta adquiridos. Hacer que la voz sea más estable en ésta nueva situación vocal.



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