¿Es aconsejable calentar la voz antes de hablar en público?
Sí, no sólo es aconsejable si no absolutamente necesario,
aunque utilicemos micrófono. Es
importante saber que en una conversación habitual entre dos
personas, en un sitio silencioso, podemos hablar entre unos 50 a 60 decibeles (volumen).
En una ponencia, en una conferencia,
necesitamos que nuestra voz se proyecte hasta la última fila de las sala
durante todo el tiempo. Esto requiere que durante ese lapso, necesitemos una
sonoridad de 90 decibles o en algunos momentos incluso más. Eso se consigue
aumentando la presión respiratoria y coordinando la musculatura laringea y orofacial
(resonadores y articuladores)) para obtener el máximo rendimiento con el mínimo
esfuerzo. Todos son sistemas musculares y hay que entrenarlos. Pensad que el sonido que se produce a nivel de
cuerdas vocales tiene muy poca sonoridad
(menos de 10 decibeles). Luego hay que amplificarlo. Debemos trabajar como un
deportista profesional que se prepara para
jugar un partido o una competencia. Sobre todo aquellas personas que
hacen de su voz un instrumento de trabajo.
¿Cómo podemos hacerlo?.
Además de seguir pautas de higiene vocal, producir
sonidos como la r y pedorretas y otros (vibrantes). Además sonidos para mejorar
la resonancia. Masajes laringeos. Entrenamiento respiratorio.
A diferencia de lo que se cree, no necesitamos gran cantidad de aire, si no
poco y dosificarlo. Todo esto se aprende, se automatiza. Somos muchos los
profesionales que investigamos y trabajamos en éste tema para poder ayudar a todo
el colectivo que depende de su voz
para trabajar.
Si estamos tensas, ¿Es verdad que la voz de la
mujer suena más aguda? ¿Cómo podemos relajarnos?
La laringe, como
productora de la voz, es muy
sensible a cualquier cambio tanto físico como emocional (la voz es el espejo
del alma…….). En un estado de tensión, las cuerdas
vocales que son músculos y la
laringe en general, está hipertónica. Por lo tanto la laringe se ubica más alta en el cuello
(más parecida a la posición de un niño)
haciéndose más pequeña la caja de resonancia. Esto impide el
enriquecimiento del sonido y produce
sobrecarga a nivel laringeo para que la voz adquiera sonoridad. Y por otra
parte, las cuerdas vocales que para poder fonar tienen que
contactar totalmente de una manera elástica entre ellas, están rígidas. Con lo cual, la superficie de
contacto se afina y se acorta, esto produce un sonido más agudo (la misma
diferencia que hay entre un sonido de violín y violoncello por la
características propias de cada cuerda). También, bajo esa tensión se puede
producir un sonido con mucha pérdida de aire. En estas condiciones, necesitamos
mucha más energía para obtener la misma sonoridad en la voz.
¿Cómo podemos relajarnos?
El entrenamiento vocal nos da seguridad y eso redunda en
nuestro sistema nervioso central a la hora de utilizar nuestra voz. Asimismo
una buena técnica respiratoria, además de darnos la energía de la voz, nos
permite utilizar el diafragma y músculos respiratorios como elemento de
relajación.
Tres consejos: uno para la postura ideal, otro para la
respiración adecuada y otro para hablar en público.
Es difícil tratar de arreglar solo en una frase, nuestra
postura. Lo estamos haciendo mal desde hace miles de millones de años.
Postura ideal
A) Hay que
establecer los apoyos fundamentales: los pies, en toda su superficie. Se esté
sentada o de pie. A partir de ahí se estructura todo el cuerpo.
B) Los
hombros tienen que formar una cruz con la columna vertebral.
Respiración:
No coger mucho aire. El exceso de presión intratorácico con respecto al
atmosférico genera mucha tensión en los sistemas que trabajan en la producción
de la voz.
Hablar en público:
Como antes dije, la seguridad da tranquilidad. Saber que mi
voz responde al esfuerzo, quita ansiedad.
Cuidar mi estado de
salud general, sobre todo en lo momentos de más exigencia vocal. Una simple
indisposición estomacal afecta al funcionamiento del diafragma, y por lo tanto a la energía de la voz.