miércoles, 4 de septiembre de 2013

¿Es aconsejable calentar la voz antes de hablar en público?


Sí, no sólo es aconsejable si no absolutamente necesario, aunque utilicemos micrófono. Es importante saber  que en una conversación habitual entre dos personas, en un sitio silencioso, podemos hablar entre unos 50 a 60 decibeles (volumen). En una ponencia, en una conferencia, necesitamos que nuestra voz se proyecte hasta la última fila de las sala durante todo el tiempo. Esto requiere que durante ese lapso, necesitemos una sonoridad de 90 decibles o en algunos momentos incluso más. Eso se consigue aumentando la presión respiratoria y coordinando  la musculatura laringea y orofacial (resonadores y articuladores)) para obtener el máximo rendimiento con el mínimo esfuerzo. Todos son sistemas musculares y hay que entrenarlos. Pensad que el sonido que se produce a nivel de cuerdas vocales tiene muy poca sonoridad (menos de 10 decibeles). Luego hay que amplificarlo. Debemos trabajar como un deportista profesional que se prepara para  jugar un partido o una competencia. Sobre todo aquellas personas que hacen de su voz un instrumento de trabajo.


¿Cómo podemos hacerlo?.


Además de seguir pautas de higiene vocal, producir sonidos como la r y pedorretas y otros (vibrantes). Además sonidos para mejorar la resonancia. Masajes laringeos. Entrenamiento respiratorio. A diferencia de lo que se cree, no necesitamos gran cantidad de aire, si no poco y dosificarlo. Todo esto se aprende, se automatiza. Somos muchos los profesionales que investigamos y trabajamos en éste tema para poder ayudar a todo el colectivo que depende de su voz para trabajar.


Si estamos tensas, ¿Es verdad que la voz de la mujer suena más aguda? ¿Cómo podemos relajarnos?


La laringe, como productora de la voz, es muy sensible a cualquier cambio tanto físico como emocional (la voz es el espejo del alma…….). En un estado de tensión, las cuerdas vocales que son músculos y la laringe en general, está  hipertónica. Por lo tanto la laringe se ubica más alta en el cuello (más parecida a la posición  de un niño) haciéndose más pequeña  la caja de resonancia. Esto impide el enriquecimiento del sonido y produce sobrecarga a nivel laringeo para que la voz adquiera sonoridad. Y por otra parte, las cuerdas vocales que para poder fonar tienen que contactar totalmente de una manera elástica entre ellas,  están rígidas. Con lo cual, la superficie de contacto se afina y se acorta, esto produce un sonido más agudo (la misma diferencia que hay entre un sonido de violín y violoncello por la características propias de cada cuerda). También, bajo esa tensión se puede producir un sonido con mucha pérdida de aire. En estas condiciones, necesitamos mucha más energía para obtener la misma sonoridad en la voz.


¿Cómo podemos relajarnos?


El entrenamiento vocal nos da seguridad y eso redunda en nuestro sistema nervioso central a la hora de utilizar nuestra voz. Asimismo una buena técnica respiratoria, además de darnos la energía de la voz, nos permite utilizar el diafragma y músculos respiratorios como elemento de relajación.



Tres consejos: uno para la postura ideal, otro para la respiración adecuada y otro para hablar en público.


Es difícil tratar de arreglar solo en una frase, nuestra postura. Lo estamos haciendo mal desde hace miles de millones de años.

Postura ideal


A)  Hay que establecer los apoyos fundamentales: los pies, en toda su superficie. Se esté sentada o de pie. A partir de ahí se estructura todo el cuerpo.

B)  Los hombros tienen que formar una cruz con la columna vertebral.


Respiración:


No coger mucho aire. El exceso de presión intratorácico con respecto al atmosférico genera mucha tensión en los sistemas que trabajan en la producción de la voz.

Hablar en público:


Como antes dije, la seguridad da tranquilidad. Saber que mi voz responde al esfuerzo, quita ansiedad.
 Cuidar mi estado de salud general, sobre todo en lo momentos de más exigencia vocal. Una simple indisposición estomacal afecta al funcionamiento del diafragma, y por lo tanto a la energía de la voz.